El complejo La Florida del Valle está compuesto por tres alojamientos:
CASA SEÑORIAL
Es la antigua casa Señorial de la Hacienda. Consta de 3 dormitorios equipados con una cama de 135 y dos camas de 105, más un dormitorio con dos camas de 105. Ello hace un total de 14 plazas, ampliables utilizando el sofá cama y camas supletorias, siempre dentro del espacio de descanso. Este espacio dispone de dos cuartos de baño. Todas las habitaciones de la zona de descanso se encuentran en la planta baja, y están construidas con distintas bóvedas de cañón, cañón sobre pechinas y crucería. Sus suelos se conforman con baldosa hidráulica de los mejores artesanos de la sierra. Su gran salón con chimenea de unos 40 metros cuadrados permite una agradable estancia de todo el grupo reunido. Su cocina completamente equipada incluye lavavajillas
La zona de reunión se encuentra en planta primera, y en su construcción destaca la singular forma de los huecos de salida a la azotea, ventanas y balcones, y sus techos tradicionales de teja árabe y ladrillo refractario manufacturado sobre maderos y alfajías de castaño.
EL GRANERO
Si te gusta despertar con el canto de los pájaros, este es tu alojamiento. Toda la vivienda se desarrolla en planta primera, con salida a una de las azoteas del conjunto y entrada por una escalera exterior desde el patio del horno de leña.
La vivienda cuenta con un salón con cocina totalmente equipada, y una antigua chimenea con su espacio de reunión. El dormitorio principal cuenta con una cama de 135 y otra de 105 y el segundo con dos de 105. Sus techos de teja árabe y ladrillo refractario manufacturado sobre maderos y alfajías de castaño y sus suelos construidos completamente con ladrillo refractario le confieren la imágen más típica de la arquitectura tradicional de sierra morena.
CASA DEL GUARDA
La más acogedora del conjunto, toda la vivienda se desarrolla en planta baja. Llaman la atención sus techos conformados exclusivamente en madera, algo singular en una zona en la que se solía mezclar la utilización con elementos de barro. Si que encontramos este elemento en la construcción de sus suelos, de grandes baldosas fabricadas por artesanos en el siglo XVIII.
La vivienda cuenta con un salón con cocina totalmente equipada, y una antigua chimenea con su espacio de reunión. Sus dos dormitorios tienen unas fantásticas vistas de la sierra, uno de ellos cuenta con una cama de 135 y el otro con dos de 105.
La construcción de esta vivienda llama también la atención por la existencia en su semisótano de la antigua bodega del cortijo, que da un soporte estructural manteniendo el edificio sobre sus sólidas bóvedas y mantiene las condiciones climáticas de la vivienda de una forma natural, conservando una temperatura constante a lo largo del año. Actualmente este espacio se encuentra rehabilitado como espacio adicional de estancia, y las plazas de la vivienda pueden ser ampliadas utilizando un sofá cama en él instalado.