La Casa Rural “El Mirador del Bosque” se divisa desde su exterior, con respecto a las viviendas de su entorno, como un edificio alto de aspecto rústico a la vez que señorial. Su estructura de piedra y sus complementos decorativos en madera, le proporcionan un estilo elegante que, manteniendo la línea propia de las construcciones de La Póveda, transmite la personalidad de la familia Pérez Pérez, dueña de la misma.
Es una vivienda de tres plantas, situada en el municipio de La Póveda de Soria. Su estructura de piedra y sus complementos decorativos en madera, le proporcionan un estilo elegante manteniendo la línea propia de las construcciones de la zona.
El acceso a la casa se efectúa a través de un imponente y refinado portón que en su contorno combina piedra, madera y teja y cuya puerta de forja deja entrever, a través de sus barrotes, un cálido y cuidado jardín ideal para disfrutar del aire puro de la zona, aromatizado con la fragancia del tomillo, el romero y las flores de lavanda que salpican el verde. Y, por supuesto, no falta la presencia del acebo, imagen representativa de la comarca.
A través de una auténtica puerta castellana, se accede a un salón con una acogedora chimenea francesa, y una agradable decoración, en la que destaca un espectacular estuco veneciano, que te permiten sentirte como en casa y disfrutar de veladas inolvidables al calor de la lumbre.
Al fondo de la planta baja un dormitorio doble con baño, adaptado para minusválidos con salida a un patio interior, que permite respirar el aire puro de la sierra en un ambiente más íntimo.
La casa cuenta con otros tres dormitorios dobles, todos con armarios empotrados, madera en los suelos, mobiliario antiguo restaurado, y una decoración muy cuidada. El toque de calidad lo aportan las dos columnas y la gran bañera de hidromasaje, junto con el hilo musical que pone la banda sonora, en todas las dependencias, de una estancia de película.
Seguramente la parte más acogedora de la casa se encuentre en la última planta, una zona aboardillada y espaciosa que aporta calidez en todos sus puntos. Un rincón para el descanso, la lectura, la reflexión y la tertulia.
Desde esta zona la vista se dirige hacia la belleza del monte que, a modo de perfecta panorámica, te envuelve y te contagia su armonía y serenidad. Sin lugar a dudas un espacio cargado de romanticismo y comodidad en el que no puede faltar la lectura de un buen libro de poesía.
